¿Cómo crear la estructura de tu guión?

Uno de mis profesores en las clases del Máster de Guión de la UPSA, nos ha dicho loud & clear: Al momento de escribir una obra, nos inscribimos en una tradición narrativa. No estamos inventando el mundo, agregó.
Ésta tradición occidental comienza a ser narrada en la antigua Grecia, la que vivió Aristóteles, Platón, Sócrates (aunque él mismo no escribió nada), Aristófanes, etcétera. Comienza a ser narrada, pensada, escrita, lo que no significa que comience allí. Pero ya es un rato...
Aristóteles ha escrito sobre la estructura de TRES ACTOS. O inicio, nudo, desenlace.
Todas las obras clásicas en términos narrativos se inscriben en ésta tradición, como decía mi profesor. Exceptuando las corrientes vanguardistas la de los años 19, 30 y 60, la Novele Vague, la ruptura del video arte como lenguaje en sí mismo, el surrealismo de André Breton, Man Ray y muchos más, se los sigue considerando como eso: una excepción.
Lo importante a la hora de empezar a escribir, es saber cómo funciona la regla, probarla, ejercitarla...y luego ya si se quiere, romperla. Así se ha concebido en la tradición narrativa occidental.
Ahora, yendo a lo que nos convoca...
¿Cómo se forma esa estructura dentro de nuestra historia?
Les comparto mi regla mnemotecnia para esto: la del 3X3.
¿Qué?
La estructura debe formarse desde el momento embrionario para asegurarnos que no se pierda en el camino (si es eso lo que queremos). Un personaje sólo no es una historia. Un espacio dramático tampoco. Ni un conflicto filosófico sin personaje lo es. Entonces necesitamos todo eso y entrelazados.
Podemos comenzar a pensar que tenemos una historia con 3 elementos:
CONFLICTO, PERSONAJE, ESPACIO/TIEMPO
Con el conflicto y el personaje podremos deducir el objetivo de nuestr@ protagonista. Las particularidades de la historia las encontraremos en ese espacio/tiempo, y en las formas que avance.
Esos 3 elementos, deben contarse en 3 actos:
INICIO, NUDO, DESENLACE.
Esos conforman al cómo de la historia. Éste personaje particular, tiene éste problema que debe resolver en esta coyuntura concreta. Así puede ir tomando forma una historia para cine que es, como nos dijo otro profesor: el arte de lo concreto.
Espero que la regla del 3X3 os ayude a empezar.
Si comenzamos por ahí, podemos decir que tenemos un embrión. Y si lo alimentamos para que engorde, quizás lleguemos a tener un guión. De éste modo es muy simple que, en cuanto engordemos la historia no pierda la estructura, porque la estructura estará desde su concepción.
Obviamente, hay veces que el conflicto es menos evidente, y se quiere hablar de un conflicto más existencial o filosófico. Por ejemplo, en películas como Lost in Translation (Sofía Coppola, 2003), o Canino (Yorgos Lanthios, 2009), o Terciopelo azul, (David Lynch). ¿Cómo escribir la trama cuando el conflicto es el vacío, la soledad o el morbo? Aunque esos conflictos sean menos evidentes, no quiere decir que carezcan de 3 actos.

Si tenemos un conflicto poco evidente, tenemos a simple vista dos opciones.
Una opción es darle al protagonista un problema nimio para resolver, que gracias a la búsqueda de su solución, el personaje descubra lo que de fondo tiene que descubrir en su vida.
A este problema nimio el gran maestro Alfred Hitchcock lo llamó: MacGuffin. Darle al personaje un elemento a resolver para que la trama avance. En Terciopelo azul es muy claro, el Mac Guffin es la oreja que encuentra Jeffrey en el césped.
La segunda opción es no darle nada, o darle un problema sin una solución aparente. Y esto nos invita a escribir un guión más complejo, menos clásico. Se me ocurre Cinco Lobitos, (Alauda Ruiz de Azúa, 2022) que tiene claras referencias a un cine de corte oriental, de Kore Eda o incluso el de Kim Ki Duk, donde el conflicto son las relaciones, y no un problema a resolver.
¿Por qué digo todo esto para hablar de la estructura? Pues, porque la estructura tiene que ver con el tipo de historia que queremos contar.
Entonces, primero hay que entender qué historia tenemos entremanos para luego pensar en cómo avanzar para estructurarla.
Obviamente, si estamos dando los primeros pasos en escritura de guiones es mucho mejor empezar con algo conciso, con un conflicto externo claro, un problema a resolver como el de Kill Bill (Quentin Tarantino, 2003), y a partir de allí sumar capas al conflicto del personaje. Pero claro, a veces no se puede, y nos interesan escribir esas historias difíciles que requerirán más de nuestra intuición que de nuestra técnica.

Supongamos que tenemos una historia clásica... ¿Cómo seguimos?
Una vez descubrimos la historia, la bajamos a un texto (sinopsis), que engordamos y alimentamos y alimentamos.
Cuando está lo suficientemente detallado y nuestro texto alcanza las 15, 20, 30 páginas, hemos llegado a un tratamiento.
Cuando ese tratamiento tiene el suficiente detalle, tramas, subtramas, personajes protagónico/s (con su conflicto externo o MacGuffin y con su conflicto interno -que es de lo que va la película realmente-), personajes secundarios, antagonistas, etcétera; entonces podemos volcar nuestra historia en una escaleta.
La escaleta es literalmente la estructura del guión, pero los tres actos son la estructura narrativa que se volcará en ésta.
Esta es una forma de organizar y avanzar hacia una estructura clásica. Obviamente no es la única, y mucho menos debes ajustarte a esto si no te resulta cómodo, pero a mí me ayudó a empezar a dar forma a mis historias.
Cuéntame si te ha resulto útil y qué historias te molan escribir.