Fui invitada a participar de la Mesa de Guionistas: Coordenadas para la adaptación e intersección de lenguajes en el cine del Adapta Book, un evento sobre adaptaciones literarias al audiovisual, que se realizó del 29 de noviembre al 1 de diciembre, por primera vez en Madrid. La invitación me ha forzado a reflexionar sobre cómo una adapta y quería compartir algunos trazos.
Junto a Eva Moreno y Cristina Urgel (Not Alone), Marina Parés (CIMA), Daniel Castro (ALMA), y moderado por Gloria Saló (GECA), hemos comentado sobre la especificidades de la labor de adaptar obras de otros universos a un guión audiovisual.
A veces se adapta una obra por encargo, y ahí hay cierta o bastante responsabilidad, según la suerte que haya tenido el libro. Una se inscribe en el recorrido de una obra, no empieza de cero.
También se mencionó lo específico del lenguaje audiovisual, que exige la concreción en una imagen para representar las emociones de los personajes. Esta situación a veces hace necesario crear situaciones que en el leguaje literario no existían.
Por más de que me esté inventando una historia nunca antes contada, en el momento de su desarrollo, edición y re escritura lo que hago es adaptar esa idea original y ubicarla en el contexto más idóneo (espacio temporal) para potenciarla. Así, el trabajo de adaptación está en cualquier ejercicio de escritura, ya sea de una obra original o que se busque un nuevo formato para una obra preexistente.
El trabajo de escritura no sólo consiste en derramar ideas originales, imágenes potentes que evoquen a emociones importantes en el personaje, sino que también es una minuciosa labor de costura entre todos los elementos que me he inventado. Y si una lo piensa, esa minuciosa labor para que todo encaje es una acción de adaptar.
Escri
bir no es sólo escribir. A veces es ordenar la información, a veces es pensar en qué época de la historia potenciaría el concepto de mi película, a veces es acomodar la personalidad de un personaje al tono de la película que he creado, a veces adaptamos estructuras que nos sirven para contar una idea original.
La interseccionalidad del lenguaje cinematográfico podría llegar a ser tan amplía como posibilidades presenta la creación de historias.
En la relación entre el guionista y autor se mencionó, más allá de las fantasías a priori, que lo cierto es que siempre mediada por los contratos que la productora hace. En líneas generales, suele haber un buen entendimiento en la relación autor-guionista, ya que hay poco margen de disputa luego de los contratos, y, en última instancia, es una relación de respeto de escritor a escritor donde uno pasa la posta a otro.
Al final los concurrentes hicieron preguntas y por sobre todo les interesaba el grado de libertad o limitación que tiene adaptar por parte del autor.
¿Cuál es el límite de libertad en una adaptación?
Depende de quién te convoque, pero también diría que no se distancia (o no debería distanciarse) tanto de una obra original que busca ser producida, rodada y distribuida en la industria audiovisual.
El evento del último día tuvo lugar en el Palacio de Longoria, en la sede de la Fundación SGAE y donde cerró el pitch book y los encuentros one to one de obras literarias junto a productores.
Enhorabuena por estas propuestas que sirven a creadores y productoras para que los contenidos salgan a la superficie. A estar atentos para sus siguientes ediciones.
Links:
Adapta Book Madrid https://adaptabookmadrid.es
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